Ukemi, Aiki perspective

La palabra “ukeru” in japonés, se interpreta como recibir, darse, heredar, o recibir un favor o una orden. En términos de artes marciales, este concepto puede ser más específico y estrechamente definido, y puede significar cosas diferentes para cada forma de arte.

Por WordIQ, Ukemi or “recibir la proyección / ataque, es el arte de saber cómo aterrizar o caer y recuperarse correctamente de una técnica de artes marciales con un impacto mínimo.” Dentro de un contexto de judo o aikido, el ukemi se refiere a ser lanzado y levantarse enseguida de manera segura y con mayor conciencia de lo que venga después.

In my experience, pueden ser muy común las diferencias en el significado y la aplicación, incluso en el arte del Aikido, donde las interpretaciones varían para adaptarse al argumento hecho. En el formato del entrenamiento Aikikai, se ha visto el reverso de la moneda, que, junto con el comportamiento apropiado de tori completa el ciclo de entrenamiento de beneficio mutuo. Todos los aficionados están invitados a desarrollar plenamente su capacidad para realizar el ukemi adecuado, primero para protegerse a sí mismos, como también para permitir a tori el regalo de realizar su movimiento y la técnica sin interferencias ni sorpresas innecesarias. En el propio entrenamiento nos encontramos con variaciones de propósito, intención y habilidad al ejecutar la técnica, que a su vez produce resultados tanto positivos como negativos. Es un trabajo en progreso constante para cada sensei, cada practicante y cada dojo a lo largo de períodos de tiempo. Como los niveles naturalmente van aumentando, también lo hacen los diversos aspectos de la capacitación constante, especialmente la del ukemi, que es el precursor de altos niveles de habilidades para tori.

Los estudiantes que visitan otros dojos debe estar en estado de alerta a los matices y las directrices que encuentran allí, y ser respetuosos con las diferencias y evitar cualquier argumento o confrontación, mientras sean un huésped en ese dojo. Esto es el correcto Reigi Sa Ho, y un aspecto integral del ser honorable.

En la búsqueda de muchos individuos de alguna meta esotérica de la eficacia marcial suprema y la autenticidad incuestionable, las necesidades del uke son bastante a menudo sacrificadas en favor de dar a tori una ventaja mediante la concesión de licencia eficaz para ignorar los límites de velocidad seguros, poder de aplicación, y mutuo acuerdo de los parámetros de las técnicas apropiadas, su intensidad y control. Esta mentalidad de “vieja escuela”puede estar bien para los que voluntariamente y con conocimiento están de acuerdo de entrenar en ese entorno, y están dispuestos, prevenidos, y han demostrado ser capaces de soportar tanto el impacto impredecible como las consecuencias de dicho entrenamiento. Con demasiada frecuencia, ésta más importante distinción no es aclarada de antemano, puede aplicarse selectivamente, o es rutinaria y arbitrariamente ignorada. Then, la intención sincera de entrenar dentro de directrices aceptables se vuelve en su lugar, sujeta a un escenario no deseado de incomprensión, lesiones y abuso. Es simplemente inconcebible para mí que uno tenga que ser sometido a nociones arbitrarias, de mente estrecha y equivocadas de cierto tipo de “entrenamiento duro” necesario o conveniente para el desarrollo de las habilidades, la madurez espiritual y la sabiduría necesaria para la superación personal genuina en Aiki.

También he encontrado algunas personas que pretenden estar entrenando y enseñando Aikido, que insisten en medidas de seguridad rígidas a toda costa, incluso bajo la pérdida de todas y cada una de la integridad marcial en el entrenamiento. Por las rigurosas y restrictivas normas requeridas y políticas arbitrarias en aras de la “práctica segura”, la base fundamental del contexto marcial del aikido del Fundador ha sido seriamente comprometida, y presumiblemente perdida. Si es cierto, este formato alterado ya no puede ser considerado realisticamente como una representación auténtica de su visión, sus prácticas, sus enseñanzas o su legado. Estas prácticas, en mi opinión, ya no deberían ser llamadas “aikido”y sería apropiado considerarlas como no representantivas. La forma en que la visión del Dojo, administra y regula los ukemis eficazmente, será un punto de referencia válido que razonablemente podemos utilizar para evaluar su voluntad de adherirse a los fundamentos del Aikido del Fundador, o ser considerados como sólo una tangente no conforme de algo completamente distinto.

“El amor es alto mantenimiento”, dice el sentimiento de compromiso incondicional, y por eso debemos hacer todo lo posible para preservar y mantener el Aikido que profesamos representar. Si el ideal del ejemplo y enseñanzas del Fundador son para formar la base fundamental para nuestro entrenamiento, hemos de caminar por el estrecho sendero de la disciplina enfocada, estricta adhesión a las enseñanzas establecidas dictadas, y demostrar la voluntad de ajustar y corregir nuestras prácticas cuando un extremo o el otro se acerca inconscientemente. Sigue siendo nuestra responsabilidad de unos hacia otros, y nuestra responsabilidad individual a nosotros mismos y a nuestros principios, de entrenar con diligencia, con sinceridad de propósito, y en relación de compasión y respeto por el bienestar y las necesidades de los compañeros de entrenamiento. Incluso a medida que seguimos recibiendo el don del entrenamiento de alto nivel de nuestros compañeros, también debemos estar dispuestos a devolverlo sin alteraciones también a ellos. Lo hacemos al hacer del ukemi correcto y sensible una piedra angular de nuestra práctica, un objetivo fundamental de nuestra formación, y para el rápido desarrollo de nuestros estudiantes.

Obviamente, hay bastante pocos estilos de ukemi efectivo, y el estudiante serio puede ser fiel a uno, o construir un híbrido de los diversos componentes que tienen más sentido para él. Entonces encontraremos que cada objetivo de entrenamiento exigirá un tipo diferente de ukemi, desde la cooperación flexible, a estar preparados para los movimientos duros, Kuzushi rápido, bloqueos poderosos y dinámicos lanzamientos. Hay mucho que esperar.

El acondicionamiento de las articulaciones, especialmente de las muñecas, es otro aspecto subestimado del buen ukemi. Recuerda, el uke está “recibiendo” la atención de tori, que a menudo históricamente pretende mutilar, desfigurar o terminar con prejuicio extremo. Acuerda de antemano, si es posible, la intensidad y el tipo de práctica que realizarás con tus compañeros de entrenamiento, y ajusta tu respuesta ukemi en consecuencia. Como dice Michael Jordan, “no es cómo empiezas, sino cómo terminas.”.

Once more, veo el correcto ukemi como el contrapunto esencial para el tori adecuado en el entrenamiento de satisfacción mutua en Aikido. La medida en que todas las partes se lo permitan, o sin querer se sometan a una posible lesión, incapacidad permanente, o malentendidos innecesarios, deben ser entendidos claramente. Los posibles cambios en el estilo de vida, psique y calidad de relaciones normales con la familia, amigos y la sociedad, no es poca cosa y debe seguir siendo la elección de cada uno. Si se han hecho elecciones desafortunadas, no tienen absolutamente ninguna conexión con la calidad del Aikido practicado. . Simplemente significa que estos desgraciados no lo entienden, y el tiempo se está acabando.

Creo que, como artistas marciales genuino y sinceros entrenando en este ambiente moderno, bien podemos considerar lo siguiente.

1) Es nuestra misión declarada y obligación de proteger a los que están en verdadero peligro, o que están sujetos a riesgos reales o potenciales, a través de la enseñanza y la adecuada orientación.

2) Debemos preservar las tradiciones auténticas y válidas del pasado, así como las epifanías y descubrimientos del presente, y trabajar juntos para mantener estos preciosos principios y directrices de comportamiento responsable para nuestros estudiantes.

3) Tenemos que estar dispuestos y preparados para promover nuestro arte, nuestras habilidades, y nuestro amor genuino de la teoría y la práctica marcial compasiva a cada nueva generación que encontramos.

Debemos trabajar juntos para establecer y mantener sistemas y estructuras de transmisión adecuada de eficacia probada. Somos los guardianes de una sorprendente forma de arte, y el estudio y el desarrollo de un adecuado ukemi no merece menos escrutinio y atención que cualquier otro aspecto de cómo o por qué entrenamos.

Francis Y Takahashi
Traducción Carina

Fuente Aikido Academy USA

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