Tangos – Celebrando el descubrimiento de América

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Durante la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina y la creación del Comité Federal de Radiodifusión la censura de la radio era tal que casi toda la música era autóctona, fue lo que escuchaba a diario de niña y adolescente y como resultado no me gustaba el tango y el folklore lo soportaba porque lo cantábamos en el colegio.
Cómo cambian las cosas.. ahora escucho este tango y me trae hermosos recuerdos.
Cambalache
Enrique Santos Discépolo
Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo se…
en el quinientos diez
y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y doblés…
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos…

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor..
ignorante, sabio, chorro,
generoso o estafador
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
¡No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao!
Si uno vive en la impostura
y otro afana en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón…

¡Que falta de respeto,
que atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavinsky va Don Bosco
y «La Mignón»,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril
El que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao!
Que a nadie importa
si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día, como un buey
que el que vive de las minas,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.
1935

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Cuando volví la primera vez a Argentina, después de haber estado fuera año y medio sobrevolando Buenos Aires, creanme es impresionante: la ciudad es inmensa…. en el avión de Aerolineas Argentinas pusieron este tango que me emocionó hasta las lágrimas.
Mi Buenos Aires querido
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja de un bandoneón
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires, tierra florida,
donde mi vida terminaré,
bajo tu amparo no hay desengaños,
vuelan los años, se olvida el dolor.
En caravana, los recuerdos pasan,
como una estela dulce de emoción.
Quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.

La ventanita de mis calles de arrabal
donde sonríe una muchacha en flor;
quiero de nuevo hoy volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y pasión;
una promesa y un suspirar
borró una lágrima de pena aquel cantar.

(Coro)

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más pena ni olvido.

Compuesto en 1934.

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