Saltamontes: “Maestro, ¿cómo no puede haber ataque en el Aikido?”
Maestro: “No hay ataque al Aikido, hay un atacante.”
Saltamontes: “Ahh … entonces si eres Aikido, Maestro, y alguien te ataca … entonces ¿qué haces?”
Maestro: “Dales un santuario”.
Paz.G
Graham Christian
Traducción Carina
Fuente Facebook
Recent Comments