La lección de piano

A insistencia de mis amigos estoy escribiendo esta historia:

piano
Mi nombre es Mildred Hondorf soy una maestra de música de una escuela de primaria. Siempre he incrementado mis ingresos dando clases de piano. A través del tiempo encontré niños con inclinación musical. Nunca disfrute de la posibilidad de tener un prodigio a pesar de que he enseñado a algunos estudiantes talentosos. Sin embargo también he tenido mi parte de lo que llamo alumnos “musicalmente desafinados”.

Uno de esos estudiantes era Robb tenia 11 años cuando su madre (madre soltera) lo dejó en casa para su primera lección de piano. Prefiero que los estudiantes comiencen a edades más tempranas, lo cual le expliqué a Robb. Pero él dijo que siempre habia sido el sueño de su madre.

Robb comenzó con sus lecciones y desde el principio pensé que era un esfuerzo sin esperanza. Por mucho que Robb trabajaba perdía el sentido del ritmo básico y necesario para sobresalir. Pero obedientemente revisaba sus escalas y algunas piezas elementales.

A través de los meses trató y trató mientras yo escuchaba y me encogía tratando de animarlo. Al fin de cada lección semanal el siempre decia: “Mi mamá va a escucharme tocar algun día”.

Pero parecía desesperanzador. No tenia ninguna habilidad innata. Yo sólo conocía a su mamá de lejos. Siempre saludaba con la mano y sonreía, pero nunca entró.

Al poco tiempo Robb, dejó de venir a nuestras lecciones. Pensé en llamarlo pero supuse que por su falta de habilidad, lo había dejado.

Yo era feliz de que dejara de venir. Él era mala publicidad para mi enseñanza.

Algunas semanas mas tarde envié por correo una invitación a mis estudiantes por el recital que vendría. Para mi sorpresa Robb (quien recibió la invitación) me preguntó si podía ir al recital. Le dije que el recital era para estudiantes actuales y como él habia dejado los estudios no estaba incluído. Me contó que su madre habia estado enferma y no podía acompañarlo a clase.”Miss Hondorf yo tengo que tocar” insistió.

No sé, qué me condujo a permitirle participar. Tal vez fue su persistencia o tal vez fue algo dentro de mi diciendo que todo estaría bien.

Llegó la noche esperada. Puse a Robb el último en el programa antes de que yo saliera. Pensé que cualquier daño que él hiciera estaría al final del programa y yo siempre podria salvar su empeño a través de mi cierre musical.

El recital iba bien, Robb apareció en escena. Sus ropas estaban arrugadas, el estaba despeinado ¿Porque no se había vestido elegantemente como los demás niños? pensé ¿porqué al menos su madre no le hizo peinarse su cabello para esta noche tan especial?

Robb extrajo el banco del piano y comenzó. Yo estaba sorprendida cuando anunció que habia elegido el Concierto 21 en C Mayor de Mozart. Yo no estaba preparada para lo que escuché a continuación. El fué de pianissimo a fortissimo. De allegro a virtuoso. Sus acordes suspendidos que Mozart demanda fueron magníficos.

Nunca habia escuchado a Mozart interpretado asi por alguien de su edad.

Cuando pasaron unos minutos el público aplaudió con fuerza. Abrumada y con lágrimas en los ojos subí al escenario y puse mis brazos alrededor de Robb con alegría ” Nunca te he escuchado tocar así ” ¿como lo hiciste?

A traves del micrófono Robb explicó:
Miss Hondorf….. ¿recuerda que le dije que mi madre estaba enferma? Sabe, tenía cáncer y falleció esta mañana. Y bueno…. ella nació sorda asique esta noche fue la primera vez que me escuchó tocar. ¡Quise que fuera especial ¡

ソース: un email

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