La pequeña higuera

Ya tenía un par de años cuando la trajimos a casa sin hojas y un higo medio seco. Pero con el calor enseguida le empezaron a brotar hojitas nuevas y el higo se cayó. Las hojas crecieron grandes, demasiado para aquellas ramitas pequeñas de bonsai. Se puso muy bonita y como las ramas también se fortalecieron hubo que quitarle los alambres, cosa que hizo mi hijo en sus vacaciones de Navidad.

Pero el invierno vino muy frio y poco a poco las hojas se fueron tornando amarillas y luego marrones para caer finalmente, dejando las ramitas casi desnudas otra vez. Parecía muy triste aquella higuerita con alguna hoja amarillenta a punto de caer también. La seguimos regando cada día, siguiendo las indicaciones de la persona que me la había regalado, dejar la tierra siempre húmeda. Y ella lo agradeció porque hace un mes le volvieron a salir pequeñas hojas verdes que ya no crecieron tanto y también tiene un higuito. La higuerita se había acostumbrado al clima de su nuevo hogar.

P1050565

Decimos que no se puede transplantar a un árbol viejo, refiriéndonos a las personas y hay una gran verdad en ello. Mientras somos jovenes somos flexibles como las ramas nuevas, nos adaptamos fácilmente a entornos nuevos, cambiamos de trabajo, estamos abiertos a nuevas amistades, incluso vamos al extranjero a trabajar si nos lo ofrecen. Pero a medida que nos hacemos mayores y nuestras raíces como las de los árboles se van profundizando, se hace muy dificil el transplantarnos. Nos encontramos cómodos enraizados en nuestras casas, en el entorno conocido, nuestra rutina diaria, nuestros amigos y vecinos. Los humanos tenemos mucho en común con los árboles, más de lo que nosotros mismos creemos.

El otro día leí en Facebook:
“Cuando sales al bosque y miras los árboles, ves todos estos árboles diferentes. Y algunos de ellos están torcidos, y algunos de ellos son rectos, y algunos de ellos son árboles de hoja perenne, y algunos de ellos son lo que sean. Y miras al árbol y lo permites. Lo aprecias. Lo ves por qué es como es. Tu puedes entender que no recibe suficiente luz, y por eso se torció de esa manera. Y no te emocionas por ese motivo. Sólo lo permites. Aprecias el árbol. The minute you closer to humans, You lose all that. And you are constantly saying 'You're too this, or I'm too this.’ The mind that judges enter it. And so I practice turning people into trees. Which means that only appreciate the way you are. “
Ram Dass

And I go further, there is another phrase that friendship have to water regularly, but dried as trees. Although there are times that even though we water, We try to maintain contact, the other person does not have time and, here another phrase that I liked “no hay falta de tiempo, but lack of interest” so, to continue investing our time into something without future, We accept reality without judging and open our eyes, seguro que hay muchos arbolitos alrededor nuestro a los que si les interesa nuestra amistad, y tal vez haya alguno nuevo todavía por conocer y apreciar.

Carina

Please read this article in english in Aikido Academy USA

Bitte lese diesen Artikel in Aikido trainieren Wir auf Deutsch

Share