La consciencia testigo

Es posible que mientras inicias esta lectura, estés cómodamente sentado disfrutando un estado de cierta tranquilidad. Pero quizá sea una tranquilidad muy frágil… lmagina que ahora mismo te comentase una mala noticia o un suceso violento y desagradable. Es probable que tu tranquilidad se esfumara de inmediato y comenzaras a sentirte incómodo y tenso. Eso indicaría que tu estabilidad mental es más bien superficial, y que está a merced de cualquier acontecimiento que
se presente. ¿Por qué sucede esto? Porque no hay un estado suficiente de alerta y la mente se identifica con el suceso, provocando una respuesta emocional de incomodidad y tensión. Y esto suele sucedernos muy habitualmente, con independencia de que practiquemos hatha yoga, meditación, o cualquier otra técnica.
Todas las prácticas de yoga que solemos realizar son muy beneficiosas y nos ayudan a encauzar nuestra vida de un modo armonioso y positivo. Las posturas, el pranayama, la relajación, la meditación, el kirtan*, el karma yoga, etcétera, nos aportan salud y equilibrio. Pero este equilibrio con frecuencia tiene una duración breve y se puede alterar a la primera de cambio. Para que el equilibrio se convierta en nuestra naturaleza habitual y deje de ser un estado intermitente que depende de los acontecimientos, es necesario que nuestra práctica deje de ser una simple práctica y se transforme en un estilo de vida. Ello conlleva un profundo desarrollo de la atención en todos los momentos de nuestra existencia. A consciously living from moment to moment.
The human being is asleep
Schools of self-knowledge and development of human potential believe that the ordinary man is asleep. Suffers from a mental activity chaotic and aimless.
It is usually lost in long ramblings, consumed by an internal dialogue that often is obsessive and makes no sense. Lives immersed in stories of mechanical thoughts, in a state of almost continuous distraction also usually the first cause of all accidents. In fact, become aware of how distracted he lives only when it is about to suffer an accident that can cost very caro.Este state of lack of attention, en el que prevalece la inercia de los pensamientos involuntarios y no dirigidos, tiene enormes y devastadoras consecuencias. Por una parte está el olvido de sí mismo. El individuo no se da cuenta de que él existe mientras vive, piensa y actúa. Ha perdido la conexión con su centro, con su esencia, con su Ser. On the other hand, la repercusión de los pensamientos negativos pasa una gran factura a su salud física y mental.
La raíz de la enfermedad está en la mente
Buda y Patañjali coinciden en el diagnóstico sobre la «enfermedad» del ser humano: El problema no radica en el cuerpo, aunque éste sea el recipiente donde generalmente se manifiestan las dolencias y sus síntomas. La raíz del problema está en la mente. En concreto, in mental patterns reagents "attachment-aversion" (raga-dwesha) and uncontrolled fluctuations thoughts, generating a tremendous mental chaos.
Medical and scientific research has verified what the science of yoga is known for millennia: the most formidable enemy to the body are not microbes, or bacteria, or viruses, but mental reaction patterns and negative thoughts.
Thought is a natural and essential role in the life of human beings. The ability to think is an invaluable asset that differentiates us from other species and has allowed us to evolve and transform the world. It is obvious that we need to think, especially when it helps us to interact in life, relacionarnos con el presente o hacer previsiones de futuro. Pero hay muchísimas ocasiones en las que el pensamiento se convierte en una inercia mecánica y turbulenta que nos desconecta de la realidad y nos predispone a estados
de ansiedad, preocupación, miedo y todo tipo de emociones negativas. En consecuencia, nos desequilibra y nos precipita hacia el sufrimiento.
El cerebro es el ordenador que dirige al conjunto del organismo. Trabaja sin cesar durante toda nuestra vida regulando cada una de las funciones del metabolismo y su equilibrio químico.
La ciencia ha descubierto que cada vez que tenemos un pensamiento, el cerebro produce unas sustancias llamadas neuropéptidos y lo que sentimos y experimentamos es la producción y asimilación de dichas sustancias.
Las células del sistema inmunológico que se encargan de defender al organismo de las bacterias, virus, gérmenes y, en definitiva, de toda enfermedad, tienen un punto concreto de carga que recibe a los neuropéptidos. De este modo el sistema inmunológico percibe nuestros pensamientos y reacciona a nuestro diálogo interno.
La respuesta del sistema inmunológico a los elementos patógenos puede debilitarse, o incluso dejar de funcionar por causa de dichas sustancias. Es evidente que lo que pensamos tiene consecuencias, y que la respuesta del sistema inmunológico está condicionada por los pensamientos. El pensamiento positivo potencia el funcionamiento del sistema inmunitario y el pensamiento negativo lo debilita. Ahora podemos entender que la raíz de muchas dolencias, desequilibrios y enfermedades está en una forma de pensar que altera y entorpece el trabajo del sistema inmunológico.
Desde esta perspectiva, podría dar la impresión de que el pensamiento es el «malo de la película». En absoluto. En realidad, el problema en sí no son los pensamientos sino la relación que establecemos con ellos, la identificación y consiguiente reacción; una relación neurótica en la que el pensador es cazado por el pensamiento, se identifica con él y se deja arrastrar, olvidando que su verdadera identidad es independiente y diferente del fluir efímero de dichos pensamientos.
Consciencia testigo, eje del despertar y de la transformación
The best way to free ourselves from the negative effect they have on our physical and mental health involuntary or spontaneous thoughts and internal dialogue is what yoga is defined as the development of the witness consciousness: an attitude of acceptance and impartial observation to our emotions, thoughts and feelings. Such an attitude allows us to be aware that these events are not passengers, and independence between our being or deep and what happens in our periphery. in this way, not affect us and contaminate the internal or external events; We retain the freedom and spontaneity; we react mechanically and our response to all situations of life becomes fully conscious action.
Of all the resources that we have to enhance and update the witness consciousness, It highlights the method of meditation "inner silence" (antar mouna) who has given us our teacher Swami Satyananda. With your help, we can train the attention and remain as a witness not involved in the spontaneous activity of our mind. When we sit down to meditate we are in a unique position to develop the witness consciousness and disable the conditioning of the mind. However, not forget that when the sitting ends, The meditative mood should continue. I must follow established in the witness consciousness in the midst of everyday life situations. This is how the meditation practice is no longer a simple practice and becomes a lifestyle. Thus meditation is expressed in action and bears fruit sadhana *.
They are very well all the practices we do, therapies that we apply, seminars in which we participate, the texts we study, teachers who frequent. All this is a great help and provides health, equilibrio, growth and awakening to the profound dimension of existence. But in many cases it is only in flashes of awakening. As low alert, and this is a very old ingrained habit, become mechanicalness, los patrones de comportamiento condicionado y la avalancha de pensamientos con los que nos identificamos y a los que reaccionamos inconscientemente.
En cierto sentido, da lo mismo donde vivamos, da lo mismo lo que hagamos, las terapias que realicemos, las técnicas que practiquemos. Todo ello está muy bien, pero mientras no tengamos la firme determinación de reconocer en todo momento nuestro diálogo interno, nuestro pensamiento involuntario, seguiremos sumidos en el sueño. El diálogo interno nos suele acompañar durante todo el día y es más constante en nuestra vida que cualquier actitud, práctica o método que realicemos.
El despertar y la transformación profunda sólo suceden cuando actualizamos la consciencia testigo y nos desidentificamos y deshipnotizamos del mecánico diálogo interno. Llevar a cabo este despertar no es sólo cuestión de practicar técnicas sino de cultivar una actitud de alerta que impregna toda nuestra vida. Las técnicas nos ayudarán mucho, nos ayudarán a ir poco a poco, para finalmente establecernos en la actitud de ser consciente en todo momento.
La meditación en la vida cotidiana
But, mientras en el día a día no seamos conscientes del diálogo interno, las olas del océano mental seguirán dándonos revolcones, arrastrándonos y generando venenos que intoxican el conjunto de nuestro cuerpo-mente. Sólo tomando consciencia
del diálogo interno podemos liberarnos de él. Entonces dejamos de ser zarandeados por su oleaje y podemos navegar en la dirección adecuada. Éste es un proceso que comienza con la atención o autoobservación, madura con la meditación y nos lleva hacia la autorealización.
La consciencia testigo es un proceso de «guante blanco». No requiere actuar ni es un trabajo. No hay que suprimir ni ali-mentar nada. Es un no-hacer, no intervenir, no involucrarse.
Es un puro observar desde la aceptación, que nos libera de los condicionamientos mentales, nos permite ver las cosas tal como son y comprender la naturaleza profunda de todo fenómeno. La consciencia testigo sintetiza los factores esen-ciales que caracterizan la sadhana del yoga clásico o yoga de Patañjali: práctica constante (abhyasa) y no-apego, desidentificación (vairagya).
Cada momento y situación de la vida cotidiana es una invitación a vivir conscientemente, a desarrollar la consciencia testigo. Podemos observar el cuerpo mientras caminamos, podemos observar nuestra respiración mientras estamos en el autobús, podemos ser conscientes de nuestros pensamientos mientras hablamos, trabajamos, en todo momento. ¿A qué esperamos?
Es cuestión de determinación, de acordarnos y de perseverar… ¡Adelante!.
Fuente: Yoga World

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