Con la finalidad de levantar su alicaída liga y ubicarla entre las mejores del mundo, la Federación China ha decidido mezclar el Kung-fu y el fútbol, a través de una escuela dirigida por los monjes Shaolin.
El legendario Templo Shaolin, conocido como el hogar del kung-fu chino, dirigirá la preparación de los jóvenes talentos.
Shi Yanlu, el capitán de los monjes Shaolin, afirma que las disciplinas del kung fu podrán beneficiar a los futbolistas de su país para lograr mejorar el nivel de su juego.Alrededor de 2.000 niños menores de diez años de edad aprenden kung fu en el antiguo monasterio de la provincia de Henan, de los cuales 40 elegidos han comenzado entrenamiento de fútbol.Lo harán bajo la supervisión de expertos en artes marciales y ex futbolistas internacionales, entre los que (por ahora) no se encuentra Eric Cantoná ni el holandés De Jong, maestros en dar patas de kung-fu con chimpunes.
Además de la formación habitual que recibe un futbolista, el enfoque de los monjes radica en los aspectos del arte marcial, como el equilibrio y la fuerza de las piernas.
Fuente: larepublica.pe
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