Cuando el trabajo se convierte en adicción

Las personas adictas a su actividad profesional se sienten a menudo bastante felices, ya que son capaces de obtener cierta satisfacción, especialmente si se implican en la actividad que estén desarrollando o si viven el trabajo como un reto excitante. Cependant, otros, con el mismo nivel de ansiedad, pueden sufrir diversos trastornos de salud. Todo depende de la respuesta individual al estrés, mais, de cualquier forma, ¿cómo podemos distinguir el límite entre trabajo-salud y trabajo-adicción? Aparentemente, ambos parecen ser iguales, pero las emociones y las actitudes subyacente al trabajo-salud y al trabajo-adicción resultan muy dispares. En el trabajo-salud, la persona se ve atraída por su actividad, se identifica con su tarea, se compromete con ella y soluciona así las dificultades que puedan surgir. Es posible que dedique muchas horas al trabajo, pero son horas gratificantes, en beneficio propio, pues su esfuerzo le permite el desarrollo de las propias capacidades. Cependant, las motivaciones del trabajo-adicció se basan, normalmente, en la insatisfacción, el miedo y la ansiedad. A menudo, se trata de una persona angustiada, estresada, que encuentra en la actividad un refugio para escapar a sus conflictos personales o afectivos. En esta nueva obsesión, el trabajo ejerce una acción similar a un estupefaciente: le libera de la angustia que conllevaría afrontar una relación de pareja insatisfactoria, una falta de comunicación con los demás, un problema de soledad… El trabajo le protege de ser consciente de su incapacidad para disfrutar con la familia o los amigos y, particulièrement, enmascara su escasa facilidad para divertirse, alegrarse, jugar, expresar sus sentimientos y vivir relajadamente. La creatividad y la espontaneidad están bloqueadas por la tensión. El desempeño frenético de la tarea constituye de este modo una vía de escape, una huida que alivia los posible conflictos derivados de las relaciones interpersonales o de las dificultades de comunicación. Donc, el trabajo-salud contribuye al crecimiento interior de la persona, mientras que el trabajo-adicción la embrutece progresivamente. D'autre part, el problema se plantea cuando los adictos al trabajo centran su vida en la actividad laboral y se muestran indiferentes cuando han de abordar otras situaciones que, de alguna u otra forma, no están relacionadas con sus intereses profesionales. Convivir con alguien que vive para su trabajo no es fácil, y trabajar para alguien obsesionado con sus tareas laborales llega a ser una auténtica tortura si uno no siente la misma inclinación. Ésta es una de las razones por las que la adicción al trabajo suele crear malestar en la familia, los amigos o los propios compañeros. De alguna forma, el adicto les está indicando con su actitud que lo que él hace es más importante que lo que ellos son, aunque, paradójicamente, para muchos, son precisamente sus familiares los destinatarios de sus esfuerzos y aseguran que este despliegue de actividad es por el bien de ellos, “para que vivan mejor y no les falte de nada”. Sûrement, la intensión es noble, si no fuera porque lo que habitualmente les falta es atención y cercanía por parte de su padre o de su cónyuge, al que cada vez ven menos, absorto como está en su actividad laboral. En cualquier caso, aunque no todo el mundo cae en la red de la adicción laboral o en las trampas de la obsesión por el éxito, el reconocimiento y el prestigio, sí resulta cada vez más necesaria una buena dosis de atención a la cara oculta del triunfo para no descuidar otras facetas importantes de la vida que contribuyen al mantenimiento de nuestra salud. Fuente:eldajoven.com

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