Un argentino cruzará las Malvinas a pura brazada

Licenciado en economía y padre de dos hijos, a sus 41 Jahre, su vida va más allá de su profesión. Especialista en natación en aguas abiertas de baja temperatura, en su adolescencia se dedicó al rugby hasta que dejó de anotar un try tras otro para dedicarse a las artes marciales en las que en una década se graduó de cinturón negro segundo dan tanto de karate como de aikido pero su historial deportivo tendrá un antes y después a partir de mañana jueves 2 de abril porque el porteño Sergio Salomone cruzará las Islas Malvinas a pura brazada sin traje de neoprene, una hazaña sobre la que dialogó con Eldepornauta.com antes de viajar al Atlántico Sur.

¿Cómo surgió tu vocación por nadar a bajas temperaturas y sin neoprene?
Desde hace varias temporadas veraneo con mi familia en Villa Gesell donde el entrenamiento de pileta lo hago en el mar guiándome por la cantidad de brazadas por la sensación de tiempo, así me fui acostumbrando al agua fría, al tiempo me daba cuenta que en cualquier maratón acuático la gente salía con frío y yo estaba como si nada. Quienes conocen del tema, aseguran que hay algo innato y otro tanto de dominio mental. Hace tres años en el Cruce del Nahuel Huapi, llevé el traje de neoprene pero antes de largar toqué el agua y sentí que la temperatura era similar a la del mar en noviembre, me tiré a nadar sin traje para ver hasta donde llegaba y completé todo el recorrido hasta Bariloche. A partir de ahí, busqué desafìos similares y nadé en el Lago Lácar y la Península de Valdéz. No encuentro placer más grande que luchar contra el medio y contra uno mismo, Verlauf, como nos pasa a todos, me invade el miedo, la sensación de tener que abandonar, discriminar objetivamente entre síntomas reales de hipotermia y otras cosas, pero eso permite disfrutar todavía más los logros, sin contar los paisajes alucinantes.

¿Quíen te entrena? ¿Cómo es tu rutina semanal?
Mi entrenador es Hugo Pellegrino, él me realiza una planificación semanal que sigo rigurosamente, son seis días de natación en la pileta del gimnasio Megatlón más cuatro sesiones de pedestrismo para reforzar la parte cardíaca, me ve personalmente una vez al mes para corregirme el estilo y mostrarme ejercicios técnicos.¿Cómo será el cruce de las Islas Malvina? ¿por qué lo elegiste?
Siempre soñé con conocer las islas, ese territorio argentino administrado por otros, a nivel deportivo, Malvinas es el único lugar relativamente cerca que me permite estar en el Atlántico Sur, en medio del mar y con una temperatura de cinco grados sumado a los vientos promedio de treinta kilómetros por hora más las grandes corrientes, son pocos los lugares que reúnen todas estas características. Partiré desde la isla oeste en Jersey Point para nadar con dirección sureste donde en la isla este se encuentra un monte llamado Fanning Head. Hasta este punto son siete kilómetros y ahí se abre la Bahía de San Carlos, este fue el mismo recorrido que hizo María Inés Matos, una nadadora amputada en una pierna, que nadó en 2 horas y 44 minutos y debió subirse media hora al barco para resguardarse de las fuertes corrientes. Quiero ingresar en la bahía hasta donde más pueda ya que, a esa temperatura, estimo que puedo aguantar nadando una tres horas y cuarto en forma ininterrumpida, lo ideal sería arribar al puerto.

¿Qué recaudos tomarás por el frío?
Desde hace varios meses tomo aceites de primera prensada y como frutas secas todos los dìas porque ambas cosas te proporcionan grasa de calidad y te evitan un poquito el frío, hay que tener en cuenta que primero gastaré energía para poder compensar la temperatura del medioambiente con la de mi cuerpo, será una diferencia de treinta grados y luego gasto para mantenerme a flote; recién ahí comenzaré a gastar para propulsarme; cosa que con el neoprene se evita el asunto de la temperatura y la flotación, amén de que deslizás más. Luego me untaré el cuerpo con lanolina, que no es otra cosa que grasa de oveja y te conserva la piel para que no se cuartee del frìo y durante la travesìa consumiré alternativamente cada quince minutos un gel de hidratos de carbono con caldo caliente.

¿Alcanza sólo con esto? ¿qué rol ocupa el factor psicológico?
La lanolina, la dieta previa de aceites, los consumos durante la travesía y el mantenerte braceando al 85 por ciento de mi capacidad, me aseguran las condiciones necesarias para tirarme al agua pero esto no es todo. La condición suficiente es la mente, como decía el cuádruple campeón olímpico, el checo Emil Zatopek, un maratón es una carrera de doce kilómetros que comienza en el kilómetro treinta. La mente es impresionantemente importante en el medio del agua fría, con oleaje, viento y lluvia; sólo la mente te hace terminar y eso se entrena viviendo situaciones similares y superándolas. En el Crucel del Nahuel Huapi se me acalambraron los pies a la hora y cuarto por hipotermia, varié la intensidad y a los diez minutos se me pasó. Lógicamente existe un límite porque cuando el cuerpo llega a los 32º grados comienza la hipotermia y te cambia el metabolismo, si llegás a los 25º se produce un paro cardíaco, es vital tener entrenamiento cardìaco para nadar en agua fría. Uno siente pinchazos en las puntas de los dedos que luego comienzan a dormirse; pinchazos en la nuca y en la sien que se tornan dolores de cabeza intensos; y al llegar estos sìntomas ya no tiene sentido continuar ya que el cuerpo no puede recuperar temperatura por sì mismo y necesita calor externo. Esa es la mente que se necesita para evaluarte objetivamente en todo momento y el resto desecharlo fuera tuyo; sino te come la cabeza y te hace abandonar.
¿Cuáles fueron las travesías que más valorás?
La primera que se me viene a la memoria es el Cruce del Nahuel Huapi porque es reciente, superé las dificultades y terminé 12º de la general, siendo el único competidor que nadó sin traje de neoprene. Tampoco puedo olvidar los cruces del Lago Lácar; Península de Valdéz y los diecisiete kilómetros del estrecho del Bósforo en Turquía, todas a puro pelo. Corro un mínimo de quince competencias por temporada y en mi categoría de edad siempre subí al podio, en la general, obviamente los pibes me superan pero aún asi nunca bajo del Top-10 de la general, incluso gané algunas generale como las de Villa Gesell 2008 y una fecha de El Reencuentro de los Delfines de ese mismo año. A nivel travesías, nadé en cinco horas los veinticinco kilómetros que separan la venezolana Isla de Margarita con Los Frailes, completé los dieciocho kilómetros griegos de Mykonos, los veinte de El Pireo Salamina también en Grecia y los veintidós del raíd francés Saint Tropé. En todos nadé sin traje de neoprene a una temperatura promedio de diez a quince grados.
Fuente:el depornauta

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