Nueva versión corregida
Mokuteki, significa “propósito” in Giapponese, en referencia a un objetivo, un propósito o una intención. ¿Cómo podemos aplicar esta palabra a la comprensión del Aikido?
Parafraseando las palabras del Fundador del Aikido, el propósito de aprender y aplicar los principios de Aiki es para comunicarse mejor, y para interactuar en armonía con los elementos de nuestro entorno, junto con esa gente que encontramos en nuestra vida cotidiana para beneficio mutuo. Nuestra práctica de Aikido en sí está propuesta, en parte, a fin de prepararnos para responder adecuadamente a estos encuentros, y para maximizar nuestras oportunidades dadas con un espíritu agradecido de respeto genuino y apreciación.
Al optar por no ocuparnos principalmente de cómo derrotar a un potencial oponente, podemos centrarnos de manera más productiva en el refuerzo de la capacidad y conciencia de nuestro comportamiento de no confrontación. Al optar por centrarnos en la configuración de las bases y el fortalecimiento de los intereses mutuos, podemos felizmente lograr un aprecio genuino y muy necesario de las necesidades de los demás con los que interactuamos, así como de nuestras propias prioridades y metas.
Mediante la práctica de kata y técnicas de Aikido con un compañero iluminado, también podemos aprender de manera más eficiente la mecánica corporal adecuada, la interacción armoniosa con otro cuerpo en movimiento, y a participar en el descubrimiento mutuo de soluciones viables y técnicas que son personalmente beneficiosas y socialmente productivas.
Las técnicas de Aikido deben ser genuinamente desarrolladas por una tradición de entrenamiento de eficacia comprobada, e incluso de mortalidad. A su vez éstas técnicas reformateadas, pueden mostrarse útiles para promover la preservación de la buena salud, soluciones viables para resolver los conflictos, y para permitir la práctica de empatía honesta, compasión, “actos de bondad al azar e inconscientes actos de belleza”.
Para aquellos que buscan soluciones rápidas, sistemas listos para usar, patrones reformulados de comportamiento y modos de pensar predeterminados para “dar la batalla al enemigo”, abundan innumerables opciones. Ahora es el momento de tomarnos el tiempo para re-examinar completamente nuestras nociones básicas de rectitud, necesidad de mutuo respeto, mantenimiento de un entorno de seguridad y sabiduría en apreciar la unicidad que encontramos el uno en el otro. Podemos empezar de nuevo cada vez que entrenamos juntos en el tatami.
El objetivo del Aikido no es ofrecer un sistema para crecer sólo dentro de él, sino también de construir una base desde la cual cada individuo puede elegir la mejor forma de crear, reestructurar y constantemente mejorar su propio aikido.
Cualquier movimiento genuino en el Aikido debe tener principios válidos incrustados en su construcción y se practica de manera consistente en el entrenamiento diario. Las técnicas en sí mismas deben tener la capacidad de transformar la intención de “no dañar” en el entrenamiento, en la capacidad real y pragmática para frenar, desviar e inmovilizar eficazmente a un agresor real, y armoniosamente dispersar el conflicto.
Por desgracia, también operamos en un entorno muy real en el que SH (Shit Happens). Esto significa, allora, que debemos asumir la total responsabilidad de cualquier daño significativo, y asegurarnos de que no es el resultado de malas intenciones, o de entrenamiento insuficiente, sino por una circunstancia inevitable.
Todos los malentendidos que sigan existiendo, pueden ser incluidos dentro de la definición de una “intención de hacer daño”. En oposición a la comprensiva finalidad de lograr la defensa personal propia, o en la adopción de medidas de protección en nombre de otra persona o personas, podemos y debemos siempre tratar de ser claros y transparentes en nuestras buenas intenciones y la capacidad de reparar cualquier mal.
A los adeptos de aikido se les anima a buscar primero las opciones no violentas para resolver los desacuerdos, las confrontaciones inevitables, o de inminente violencia. No se les está prohibido en absoluto el ejercicio de otras opciones razonables, incluida la necesaria e inevitable aplicación de fuerza contundente.
La lucha real no es la primera opción a tomar, pero si resulta ser la última opción abierta para nosotros, entonces nos corresponde hacerlo bien.
El gran porqué de la funcional filosofía del Aikido es la de preservar, proteger y mantener una buena salud, así como de garantizar un ambiente de razonable seguridad e indiscriminatoria oportunidad abierta.
Los auténticos estudiantes del Aiki de Ueshiba son realmente guerreros, que primero solicitan llevar a cabo armoniosamente la resolución pacífica y llegar respuestas satisfactorias para ambas partes siempre que sea posible. Ellos de ninguna manera deben ser considerados meros “pacifistas”, buscando sólo las soluciones de no confrontación a toda costa. Esto es delirante, y es incompatible con la supervivencia en un mundo impredecible y a menudo violento. En cierto sentido, estamos dispuestos a mantener la paz de forma proactiva.
Los legítimos estudiantes del Aikido del Fundador en general, prefieren soluciones pacíficas y no violentas a los problemas. Las técnicas utilizadas en el entrenamiento con sus compañeros no son necesariamente las que se usen finalmente, en las situaciones más impredecibles y agudamente peligrosas. La decisión final para elegir entre los muchos métodos adecuados y modos de pensar se mantienen estrictamente en el ámbito de competencia y responsabilidad personal de cada persona individualmente.
Debemos permanecer comprometidos a continuar nuestro entrenamiento en las rutinas de elección, mientras investigando de manera responsable sobre métodos alternativos de reacción y respuesta a las crisis. El Camino del Aiki no es fácil, pero es simple y claro.
Finalmente, nunca debemos olvidar nuestro objetivo primordial de seguir sobreviviendo, prosperando y manteniendo la libertad de lograr nuestras metas en la vida. ¿No es el cimiento sobre el que todas nuestras otras actividades deben basarse? Cuando estamos seguros de nuestra capacidad de supervivencia, entonces podemos enfrentar con calma a nuestras otras preocupaciones, prioridades y objetivos que hemos elegido para nosotros.
Los principios de Aiki existen para ayudarnos a hacer justamente eso. Tal vez tenemos que estudiar más a fondo la lucha en la vida del Fundador para ver cómo en realidad lo hizo por sí mismo. Sì, este estudio puede incluir otros gigantes de aiki para examinarlos también.
Nel frattempo, no tenemos tiempo que perder. Vamos a seguir entrenando con un propósito.
Francis Y Takahashi
Traduzione Carina
Fonte: Aikido Academy USA
Commenti recenti