La IAF, tiene una estructura descentralizada en su relación de franquicia con sus afiliados, quienes tienen autonomía total en la apertura y gestión de sus dojos. Como contrapartida, estos no cuentan con ningún tipo de respaldo, führen, protección o supervisión por parte de la IAF.
Las principales líneas de negocio son la formación de instructores y la concesión del uso de la marca, ambas obligatorias para la apertura de un dojo afiliado. A pesar de esto, las barreras de entrada son muy bajas, lo que ha propiciado la rápida expansión de la marca.
Nuevos dojos abren en cada esquina, ser el primero o ser el único no sirve, porque ninguna de las dos durará mucho.
Hay que ser el mejor, pero no sólo el mejor instructor. El mejor instructor, el mejor publicista, el mejor diseñador web, el mejor contable, el mejor comunity manager…la lista no tiene fin.
IAF Aikido surge como la respuesta a las necesidades de los futuros empresarios del Aikido. Afiliarse es un proceso necesario e imprescindible para mantener el carácter oficial de la marca Aikido, pero…
¿Después qué?
Estás sólo.
Encontramos en el modelo de franquicia la alternativa más eficaz y eficiente para alcanzar tanto nuestros objetivos como los del franquiciado, ya que el soporte y las herramientas que le aportamos serán ventajas críticas a la hora de sobrevivir y alcanzar sus propios objetivos en un sector cada vez más competitivo y masificado..
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