在 1934 Carlos Gardel estaba viviendo en la ciudad de Nueva York. Había llegado desde Francia, contratado por la cinematográfica Paramount a fines de realizar una serie de películas para el público hispanoparlante. Entre filmación y filmación Carlitos mataba el tiempo cantando por radio. A principios de ese año la prensa neoyorkina anuncia que habrá dos nuevos programas en la cadena WEAF-NBC a partir del 14 一月, los cuales serán un programa semanal con la orquesta de Richard Hommer y la segunda nueva programación incluirá la presentación de Carlos Gardel, barítono argentino (textual), todos los día a las 21 horas. La National Broadcasting Corporation (NBC) era un poco como Radio Belgrano en la Argentina : ni tan populachera como Radio Porteña ni tan finoli y nariz levantada como Radio El Mundo. Decenas de millones de yankis seguían sus programas de costa a costa tratando de olvidar las penurias de la Gran Depresión.
Es entonces que a ver y escuchar el programa de Gardel llega una noche de ese gélido invierno de 1934 un muchacho venido de la barriada de Hoboken en la vecina Nueva Jersey. Se trata de Francesco Albertino Sinatra Agravantes, hijo de genovesa y siciliano que a sus apenas 18 años de edad no ha dejado macana sin hacer: ha sido expulsado de la escuela tras innumerables amonestaciones por su carácter provocador. Sus incursiones laborales: camionero, repartidor de diarios, cadete, 等. terminaban siempre en el abandono de todos esos trabajos. Al filo de la ley, es un pibe rápido para los mandados, sobre todo los de los mafiosos de cabotaje, lo que le lleva a tener más de una entrada en las comisarías. En plena juventud, Frank Sinatra anda a los tumbos por la vida.
Si esa noche concurre a los estudios de la NBC a escuchar a Gardel, es un poco porque le gusta la música y un mucho porque quien le insiste en ir para alejarlo de las malas compañias, es su novia Nancy Barbato, que también desciende de inmigrantes italianos, nacida en Nueva Jersey.
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