Siempre es bueno esperar

Por fin llegó la lluvia a Canarias y el centro de Gran Canaria a 1300 metros amaneció nevado. Pero a la hora que tenía que salir para mi clase de acuagym no llovía, estaba nublado con unos rayitos de sol y en el oeste se divisaba un arco iris enterito delante de los nubarrones negros.

siempre es bueno esperar

Cuando llegué a la piscina una de las chicas estaba en la puerta y me dijo, ya somos dos, le respondo, pero es temprano, seguro que alguna más vendrá y así fue, vino otra y otra más que al ver sólo a tres se fue, mientras yo iba al vestuario a cambiarme. Me metí la primera en la piscina, por un lado el agua estaba fria, pero en la parte menos profunda y donde más le había dado el sol estaba calentita.

Cuando le monitor puso la música para empezar eramos ocho, un pequeño grupito con mucho espacio para poder hacer los ejercicios a gusto. Enseguida entramos en calor, ya que mover los brazos debajo del agua requiere bastante fuerza. Por un lado venía el sol calentito, pero por detrás sobre la montaña estaba muy negro, unos nubarrones cargadisimos de lluvia.

Logramos hacer varios ejercicios con las palas y algunos más con los fideos, como por ejemplo flexiones, o sea el cuerpo boca abajo y bajar y subir el fideo con los brazos, lo mismo también estando boca arriba. A la media hora cayeron las primeras gotitas del cielo amenazador y el monitor nos dijo que terminaríamos porque había que entrar el aparato de música, y claro no lo dijo, pero él se estaba mojando. A nosotros dentro de la piscina nos daba igual, ya estábamos mojadas.

Bueno al final no terminamos nuestros cuarenta y cinco minutos, pero hicimos algo, media hora de intenso ejercicio, mejor que nada. Me fui rápidamente a casa a la ducha calentita y estuve como nueva para empezar otro maravillos día soleado y lluvioso con intermedios de arco iris.

Carina

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