La bondad de las palabras crea confianza.
La bondad del pensamiento crea profundidad.
La bondad de dar crea amor.
Lao Tze siglo 6 a.C., filosófo chino
Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.
Charles Dickens,1812-1870, Escritor británico.
Ya estamos otra vez en las fechas más entrañables del año.
Cuando era pequeña celebrabamos la Navidad, el 25 de diciembre en Argentina en pleno verano, pero como la mayoría de los argentinos son descendientes de europeos la nieve también es una parte importante de estas fechas aunque allí sólo se utilice en forma artificial para decorar los abetos y pinos que se adornan de la misma forma y Papa Noel también llega con su trineo tirado por sus renos hasta este país tan austral.
Cómo en todas partes se come mucho en estas fechas, más que en el resto del año, recuerdo que muchos años comíamos asado, se calculaba medio kilo de carne por persona y venían amigos a casa, normalmente eramos una mesa grande con mucha gente. De España adoptamos la sidra, que alli se bebe mucho más, como aquí el cava o champagne y de Italia adoptamos el Pan dulce, panetone, que incluso fue regalado por Evita Perón a los necesitados durante el mandato de su marido, una de las razones por la que fue y es tan querida y recordada en Argentina.
Luego en Alemania pude disfrutar de mis primeras Navidades en invierno, aunque en la ciudad donde estuve, la nieve significaba hielo y barro, nada que ver con las típicas navidades blancas de los cuentos. Pero la celebración en este país es muy bonita, un mes antes ya se empieza a decorar las ciudades y pueblos, los mercadillos de Navidad con su vino caliente y sus típicos dulces difunden ese olor especial a clavo y canela en cuanto uno se acerca, simplemente el ambiente navideño allí, es algo inolvidable.
Luego me fui a vivir a otro lugar donde no hay navidades blancas, aunque está situado también en el hemisferio norte, pero el tiempo en el invierno de las Islas Canarias es siempre primaveral, de todas formas las costumbres, los adornos y la decoración son parecidos.
Mis recuerdos de cuando los niños eran pequeños son muy bonitos. Siempre tuvimos un árbol “de verdad”, algún ciprés, pino canario o cualquier otro tipo de arbolito, al que a los niños les encantaba adornar y que no faltaran las luces. Uno de nuestros primeros árboles de navidad fue una araucaria, la cual plantamos en el patio y ahora sobresale tanto, que nuestra casa se ve desde lejos. Otros árboles que tuvimos los intentamos plantar luego pasadas las fiestas, incluso a uno lo llevamos a la montaña en el centro de la isla, pero al no llover se secaron.
Qué emoción la mañana del 25.12. los niños se levantaban temprano para ver si había venido Papa Noel. Más adelante cuando los vecinos y compañeros del colegio decían que Papa Noel eran los padres, nosotros respondíamos, que eso será en sus casas, a la nuestra sí venía Papa Noel, quisimos dejar a nuestros hijos con la ilusión el máximo tiempo posible, incluso nuestro hijo menor pensaba que había visto a Papa Noel dejando los regalos debajo del árbol.
El almuerzo que tenemos en esta fecha ya es una tradición el fondue de carne con sus 4 salsitas, una comida que necesita tiempo, por lo que disfrutamos durante un par de horas de una hermosa reunión familiar, en la que cada uno cuida que los demás no le quiten su pincho con sus trocitos de carne.
En el dojo siempre hacemos una clase muy especial con divertidos juegos que se inventa nuestro sensei y al final nos sacamos la foto con el gorrito de navidad o los cuernos de reno 🙂
Feliz Navidad !
刘嘉玲
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