Los beneficios del sentido del humor

Tener sentido del humor no significa ser un payaso o pasarnos el día contando chistes. Se trata de responder con una actitud positiva ante los retos o situaciones difíciles que nos encontramos en el día a día. El humor nos permite enfrentarnos a una situación difícil sin dejarnos secuestrar por las emociones negativas. Nos ayuda a crear ambientes más relajados y favorables para la toma de decisiones y la solución de conflictos; y nos protege, en cierta medida, contra el estrés.

El sentido del humor nos permite ver los problemas desde otra perspectiva, con mayor flexibilidad y autodistanciamiento. Como dice Luís Muñiz «a través del humor la persona se siente inducida a abandonar su manera habitual de mirar las cosas -su lógica o su sentido de lo obvio- y a adoptar una manera más amplia que incluye lo cómico y nos mueve a cuestionar lo obvio, lo serio».
Muchos expertos en el tema consideran que la esencia del humor está en la capacidad de reírse de uno mismo. Esta actitud se admite como signo de inteligencia y de buena salud mental. Reírnos de nosotros mismos significa que estamos a gusto en nuestra piel, a pesar de nuestras imperfecciones; que nos aceptamos como personas falibles, que pueden equivocarse. Si alguien se ríe de nosotros no nos importará demasiado porque nosotros nos habremos reído primero.
El sentido del humor es un buen antídoto contra el miedo. Reírnos de las cosas que nos asustan las vuelve menos amenazantes. Además, como dice Klein «las personas que son capaces de reír ante los contratiempos dejan de sentir lástima de sí mismas». Y es que no podemos sentir lástima y reírnos al mismo tiempo. Nuestro cerebro no puede actuar según dos órdenes opuestas.
Desde los griegos, numerosos filósofos, sociólogos y psicólogos han investigado sobre el humor y sus beneficios. El filósofo romano Plotino recomendaba ver la propia vida y el mundo entero como una obra de teatro y a uno mismo como un mero personaje. En la actualidad hay varias asociaciones científicas especializadas en la materia y en algunas universidades de nuestro país se han creado líneas de investigación específicas para estudiar los beneficios del sentido del humor.
El sentido del humor también ha empezado a irrumpir en el mundo de la empresa, donde todavía son demasiado frecuentes el juego de máscaras, la solemnidad y el color «ala de mosca». En Estados Unidos, mucho más avanzados en el tema y, sabedores que bajo condiciones de diversión aumenta la productividad, no sólo se mide el IQ (cociente de inteligencia emocional) sino también el FQ (Fun quotient), que puede traducirse en algo así como el «cociente humorístico».
Al otro lado del atlántico los libros y cursos sobre el humor en el trabajo se multiplican día a día. Hay empresas de primera fila que integran el humor en sus programas de formación y que incluyen, en la retribución de sus directivos, un variable, según lo divertido que resulta trabajar con ellos.
En España hay algunos expertos que se dedican a transformar empresas serias y aburridas en organizaciones alegres, estimulantes e imaginativas. Vean, sino, el trabajo de Eduardo Jáuregui . Este psicólogo destaca, como beneficios del humor en la empresa, los siguientes:
Atrae y retiene a los recursos humanos más valiosos.
Potencia la salud y las capacidades del empleado.
Fortalece la motivación individual y colectiva.
Estimula la innovación.
Optimiza la comunicación interna.
Favorece el aprendizaje.
Cohesiona los equipos humanos.
Vistos sus innumerables beneficios, es de esperar que muy pronto se desarrollen programas para implantar el sentido del humor en la empresa. Se ha demostrado sobradamente que la política del miedo es una estrategia de dirección completamente ineficaz. El sentido del humor no está reñido con la profesionalidad ni con la productividad. ¿Por qué no fomentar, entonces, el buen rollo?
Está en tus manos… mejorar el sentido del humor
Fuente:laflecha.net

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