O quizás a estas alturas la marea haya bajado
Y la sirena del Plata nos muestre su cola
aleteando en las marismas de los flamencos
que llevan mensajes de aliento y esperanza
desde el otro lado del océano hasta su orilla.
Contrastes de Joaquín Lera
“Habrás visto al flamenco que esta en la charca desde hace meses, es una maravilla de ave, es rareza regional (sólo para Canarias)”.Este fue un comentario de mi post “Zarapito Trinador“. Lógicamente lo había visto y fotografiado, sólo me faltaba saber que clase de ave era, no lo había relacionado con los flamencos(sólo había visto flamencos rosas) aunque si te fijas bien, está claro.
El flamenco común (Phoenicopterus roseus) es una especie de ave de la familia Phoenicopteridae.
Su altura es de 120 a 140 cm, con una envergadura alar semejante, se caracteriza por su plumaje rosado, que en las alas es siempre más intenso y puede llegar a ser rojo, y con las plumas primarias y secundarias de color negro. También son características sus largas patas y su largo cuello.
Se posan siempre en el suelo en aguas someras, orillas de lagunas, playas, estuarios, charcas y marismas. Nunca lo hacen en árboles. Cuando descansan recogen el cuello enroscándolo y ocultando la cabeza bajo las plumas de los hombros. Al comer caminan parsimoniosamente y bajan el cuello introduciendo el pico en el agua, y si ésta es más profunda, calan completamente la cabeza, colocando el pico en dirección opuesta a la marcha y sorbiendo por sus bordes llenos de laminillas muchos microorganismos que viven en las orillas de charcas y lagunas. El pico de los flamencos posee una extraña forma y lleva en la mandíbula superior unos como dientes cuyo extremo está doblado hacia adentro, encajando perfectamente en las laminillas que tiene la mandíbula inferior. La materias nutritivas quedan retenidas en estas láminas y con la ayuda de una lengua extremadamente sensible expulsa el agua y la arena. De aquí que el Flamenco busca con preferencia lagunas saladas y lugares fangosos donde la materia orgánica es abundante. Se alimentan en lagos pocos profundos, a veces en bandadas de más de un millón de ejemplares y cuando un miembro del grupo detecta peligro, deja de alimentarse y estira el cuello y la cabeza hacia arriba mientras grita, avisando así al resto del grupo.
Como todos los flamencos, esta especie pone en un montón de barro, un solo huevo blanco gredoso. La mayoría del plumaje es rosado-blanco, pero los abrigos del ala son rojizos y las plumas de vuelo son negras. El pico es rosado con la punta negra, y las patas son enteramente rosadas. La llamada parece el toque de una bocina como el graznido de un ganso.
Carina
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