9 Vacaciones en casa del abuelo

Políticamente, la situación cada vez estaba más insostenible en Europa. Hitler tomó Austria, para «el hogar del Reich», un poco más tarde, marchamos a Praga y luego a Polonia. El ambiente en casa estaba cortante. Cuando padre había bebido, despotricaba contra el criminal Hitler, el abuelo y los hermanos de mi madre de Bochum estaban de acuerdo. Madre siempre tenía que aplacar a mi padre porque era muy peligroso expresar esa opinión.

En las vacaciones de verano en 1939 mis padres me llevaron a Nieheim con el tío Hans a pasar mis vacaciones allí. La casa donde mi padre habia nacido estaba a unos 150 metros del centro del pueblo, construida cerca del muro que rodeaba la ciudad.

Cuando entrabas en la casa, habia a izquierda y derecha una habitación que nunca fueron utilizadas, pero se limpiaban todos los días. A la derecha estaba la sala y a la izquierda una especie de sala de desayuno o comedor. Luego se iba directo a la llamada cocina de cerdo , llamada así porque allí se cocinaba la comida para los cerdos en grandes ollas. Luego habia alli una gran mesa de madera inmaculada y sillas a su alrededor. Allí se comía generalmente. Por un lado había una gran cocina de carbón. Desde la entrada una escalera llevaba a otras 4 habitaciones, a saber, 3 dormitorios y un granero.

Como mencioné al principio, el tío Hans había heredado algo de tierra. Ésta la trabajaba un agricultor, al que se le pagaba su trabajo con parte de la cosecha. Entonces referente a los cereales, el tío Hans era autosuficiente. Este grano se encontraba ahora en el granero y se llevaba al molinero para moler la harina y la harina a la panadería para hornear el pan. Los domingos mi tía traía una bandeja grande de la panadería, con ya sea Streusselkuchen o pastel de manzana o de ciruela, esto era un momento culminante.

Abajo, en la casa antes de entrar en la cocina del cerdo había una puerta a la derecha que llevaba a los chiqueros. Habia allí tres separaciones en mi tiempo, el tío Hans tenia dos cerdos. Al lado de los chiqueros estaba la llamada «caja de truenos» . Este consistía en una tabla cuadrada con un agujero redondo en el medio y debajos un recipiente, donde se recogian las heces. Cuando el recipiente estaba lleno, se vacíaba y se volvia a colocar. Como papel higiénico se usaban periódicos viejos.

En cuanto al suministro de carne y embutidos, el tío Hans también era autosuficiente, porque en la parte superior del granero no sólo colgaban jamones auténticos Westfalia (una verdadera delicia), tambien algunas docenas de latas de diferentes salchichas, tocino salado y salchichones colgaban de la barra . Además, se encontraban frascos de muchos tipos diferentes de fruta y zumo de frambuesa cocido.

A los cerdos se les daba cardos y ortigas hervidas con salvado para comer. La tía tenía un carro tirado por un perro, y con él ibamos al campo donde lo llenábamos. Había cardos a lo largo de los bordes de la carretera. Por cierto, estos caminos estaban cubiertos en ambos lados por árboles frutales, los cuales eran subastados en el momento de la cosecha por parte del municipio, por algunos marcos luego teniamos fruta durante todo el año.

Dos veces al mes, se lavaba la ropa, entonces se cargaba la ropa sucia en el carro del perro y se iba a un arroyo cercano, un pequeño río. En un sitio el pueblo había puesto en la orilla unas tablas donde las mujeres se arrodillaban y golpeaban la ropa.

Allí mismo estaba el llamado «prado» donde se llevaban a cabo las fiestas, incluyendo cada año la fiesta de los tiradores y, por supuesto, el festival de la cosecha. Esto era la oportunidad para los jóvenes para entablar lazos dulce. En ese tiempo todavia no se habia despertado el deseo de viajar, los pobladores casi no conocían al pueblo de al lado, por no hablar de zonas más remotas. Por supuesto, los hombres mayores lucharon en la guerra, incluso los más jóvenes habían hecho en algún lugar el servicio militar, pero eso fue todo . Debido a esto en los pueblos habia mucha endogamia, sobre todo porque los grandes agricultores casaban a sus hijos entre ellos para ampliar sus granjas. El resultado fue que hubo una gran cantidad de mongolismo en las aldeas.

La hermana menor de mi padre estaba casada con un S. Éste tenía la única tienda de ropa en el pueblo, que entonces era sólo una pequeña tienducha. Estaba justo en el centro del pueblo, junto a la oficina de correos donde paraban los autobuses de correos. La siguiente estación era Holzhausen, a unos 40 km de Nieheim.

Siendo muy pequeño alguien me habia regalado una armónica, probablemente mi madre y enseguida la supe tocar. Me veían algo así como una pequeña maravilla del mundo, cada vez que iba a visitar a alguna tía, me pedian que tocara algo. Por supuesto que tuve que tocar en Nieheim. Y entonces un día la tía María recordó que en algún lugar de la casa había un
acordeón. Era un instrumento primitivo con algunas teclas y algunos botones. Delante de la casa había un banco, donde de noche, nos sentabamos un poco, detrás de él estaba el jardín de un vecino judío. Pronto controlaba el instrumento, y tocaba todos los días cosas tan simples como Waldeslust, Alegre es la vida gitana, o cuando las agitadas olas del Mar del Norte. Mi público era mi tía, la vecina judía y la gente de la fábrica de quesos de al lado. No se cansaban de mis actuaciones artísticas, o por lo menos eso me lo pareció a mi en ese momento.

En mi próxima visita a Nieheim los judios ya no estaban allí, nadie sabía dónde estaban, hoy lo sabemos, por supuesto. Y en cuanto al queso, que se producía en algunas casas, se conoce como el «queso Nieheimer,» una especie de queso de hierbas que se vende en pequeños rollos redondos. Si alguien de la familia iba a Nieheim durante los años de guerra, naturalmente, traía queso, pero a pesar del hambre, yo no lo volví a probar. Poco a poco, mis vacaciones llegaron a su fin. El 1 º de Septiembre comenzó la escuela otra vez, el 30 de agosto debía comenzar el viaje de regreso a Bochum. Esa mañana, el tío dijo que no podía volver ahora, los trenes iban sobrecargados con el la movilización y los transportes de tropas. Así que me quedé hasta el 6 de septiembre. El 1º las tropas alemanas habían cruzado la frontera con Polonia, estabamos en guerra.

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